lunes, 19 de febrero de 2007

Agradecimiento

No alcanza la palabra para expresar el mundo de sensaciones placenteras que experimenté después que leí el regalo de "Juan Lucas".
Porque las almas bellas escamotean su manifestación.

Juan es transparente, tiene la sabiduría del alma de un niño, pero abraza como hombre.
Es afectivamente un volcán pero su lava no lastima...
Sufre la inestabilidad de un mundo que no entiende,
porque no comprende la ficción,
y le cuesta aceptar la verdad.
A veces se enoja,
sólo un jardinero sabe lo que pierde si se rompe su pala,
pero se detiene a tiempo y sabe pedir disculpas.
Yo lo quiero como es,
simple y complicado,
blanco y negro,
cristalino y dulce.
Soy tu amiga, amigo,
te quiero mucho
y me pone feliz haberte descubierto.
¡¡¡Un abrazo celestial!!!
María Inés

El regalo de un amigo dilecto (Alias Juan Lucas)

Cese un momento el oleaje del murmullo bullanguero y escuchad a un mensajero que va a cumplir su misión.
Tal vez... mi lengua se ataje, pues es torpe a la vez que ruda;
más, aunque lo que voy a narrar carezca de inspiración,
quien habla es mi corazón... el de la elocuencia muda.
A María Inés
Versallesco jardín es esta dama
que duerme las ondas de su playa
en un sueño de esmeralda,
entre las flores, donde reina la eterna primavera,
mariposas y flores, verdes galas...
Es... un gran beso de pétalos y alas idílicas,
es la paz de la pradera, gaita doliente,
replicar de esquilas, dulce balar de bíblicos corderos;
pastores que se miran placenteros,
cielos azules, gentiles púpilas,
sencilla, mansa y libre...
No representa a señor...
ni le manda una corona,
ni es de guerreros su hogar;
su credencial es el del amor,
la paz, la luz, la armonía,
y, oculta en ese alma suya,
en el más hondo rincón...
es donde habita la bendición
de todo el "Ave María".
¡¡¡Si vierais... si vierais,
que cerca están el cielo y la tierra allí!!!
¡¡¡Si vierais que baladí es el oro y la riqueza
comparada a la hermosura de su bendito lugar
donde la brisa, al cruzar parece un labio que reza;
donde impera la virtud y tiene un templo la calma,
y luz de fe aspira el alma y el cuerpo bebe salud!!

¡¡¡Qué fuerte la juventud que pisa aquel santo suelo
y qué profundo consuelo para los pechos cristianos
sentirse todos hermanos mientras rezan su oración!!

¡¡¡Qué elevada es la creencia,
traspasado aquel umbral,
y qué noble el ideal
y qué clara la conciencia!!

¡¡¡Cómo arraiga la evidencia
en un Dios allende la altura
y qué confensión tan dura
la que ha de hacer el ateo cuando...
después de escucharla debe diciendo salir:

"Señor, ya creo" ...
pues las vivas acuarelas
que en su templo comtemplé;
son las luces de un pincel
y un pintor... ¡¡¡el cristianismo!!!"

Alegres, con la alegría
de nerviosos pajarillos,
corretean los chiquillos
a su alrededor; porque sobre sus cabezas,
mitigando su tristeza
y acallando su dolor, como escudo protector
dulcemente se levanta
la mano de María Inés...
humilde, sencilla y llana,
que muestra sin causar dolor
el azote de la vida,
y va repartiendo su vida
y su dote con los que a sus brazos van,
y, en su religioso afán
no hay pobres a quien no dé,
para sus almas, la fe,
para sus cuerpos, el pan.
Oculta en el alma mía
yo os traigo su bendición
guardadla del corazón
en los arcanos más fijos
y legadla a vuestros hijos
por herencia y por blasón.
Mi amada mentora, Circe
la maga te llamo,
mujer a quien me acerqué
un día como quien va a confesar
y lleno de amor tus manos
me diste a besar....y yo
llorando las besé ansioso,
delirante y... como
otra cosa no te puedo ofrecer
por el favor recibido...
con toda hulmidad te dejo,
lo único que quizás..
quizás... nunca lo sabré,
sepa hacer...
alguna canción,
un triste cuento
o una historia de amor...
para de esta manera agradecerte
el que un día te acercarás y me dieses de beber.
Por mucho que pase el tiempo
tu huella no se borrara de este alma que te adora.
Muchos besos, no de Juan Lucas, tú mejor que nadie sabes...
y no se como... que soy el otro...
el que descubriste un día cuando navegabas con tu nave
y cansada de tanto dar amor...
te paraste a descansar en esta mi casa
para así con tus hermosas palabras
animarme a seguir haciendo lo que más me gusta...
escribir.

Gracias María Inés.

domingo, 18 de febrero de 2007

Cielo y Mar





















Creo en este cielo azul sin pausas,
de insondables misterios impregnado,
donde la incomprensible elevación del alma,
de secretas plegarias trae murmullos.

Creo en este mar azul sin intervalos,
a pesar de los oscuros plenilunios,
donde los diferentes vientos del ocaso,
abren sus alas al sueño de los justos.

Creo en la energía del hombre consagrado,
suero divino que desde arriba viene,
trayendo rumores de inaudibles voces
y místicas palabras de invisibles letras.

viernes, 16 de febrero de 2007

Antonio Gala II

















Enemigo íntimo

Hay tardes en que todo

huele a enebro quemado
y a tierra prometida.
Tardes en que está cerca el mar y se oye
la voz que dice: "Ven".
Pero algo nos retiene todavía
junto a los otros: el amor, el verbo
transitivo, con su pequeña garra
de lobezno o su esperanza apenas.
No ha llegado el momento.
La partida
no puede improvisarse,
porque sólo
al final de una savia prolongada,
de una pausada sangre,
brota la espiga desde
la simiente enterrada.
En esas largas
tardes en que se toca casi el mar
y su música, un poco
más y nos bastaría
cerrar los ojos para morir. Viene
de abajo la llamada, del lugar
donde se desmorona la apariencia
del fruto y sólo queda su dulzor.
Pero hemos de aguardar
un tiempo aún: más labios,
más caricias,
el amor otra vez,
la misma, porque
la vida y el amor transcurren juntos
o son quizá una sola
enfermedad mortal.
Hay tardes de domingo en que se sabe
que algo está consumándose entre el cálido
alborozo del mundo,
y en las que recostar sobre la hierba
la cabeza no es más que un tibio ensayo
de la muerte. Y está
bien todo entonces,
y se ordena todo,
y una firme alegría
nos inunda
de abril seguro. Vuelven
las estrellas el rostro hacia nosotros
para la despedida.
Dispone un hueco exacto
la tierra. Se percibe
el pulso azul del mar.
"Esto era aquello".
Con esmero el olvido ha principiado
su menuda tarea...Y de repente
busca una boca nuestra boca, y unas
manos oprimen nuestras manos y hay
una amorosa voz
que nos dice: "Despierta.
Estoy yo aquí. Levántate".
Y vivimos.

Antonio Gala
















ALARGABA LA MANO Y TE TOCABA...

Alargaba la mano y te tocaba.
Te tocaba: rozaba tu frontera,
el suave sitio donde tú terminas,
sólo míos el aire y mi ternura.
Tú moras en lugares indecibles,
indescifrable mar, lejana luz
que no puede apresarse.
Te me escapabas, de cristal y aroma,
por el aire, que entraba y que salía,
dueño de ti por dentro.
Y yo quedaba fuera,
en el dintel de siempre, prisionero
de la celda exterior.

La libertad
hubiera sido herir tu pensamiento,
trasponer el umbral de tu mirada,
ser tú, ser tú de otra manera. Abrirte,
como una flor, la infancia, y aspirar
su esencia y devorarla. Hacer
comunes humo y piedra. Revocar
el mandato de ser. Entrar. Entrarnos
uno en el otro. Trasponer los últimos
límites. Reunirnos.....

Alargaba la mano y te tocaba.
Tú mirabas la luz y la gavilla.
Eras luz y gavilla, plenitud
en ti misma, rotunda como el mundo.
Caricias no valían, ni cuchillos,
ni cálidas mareas. Tú, allí, a solas,
sonriente, apartada, eterna tú.
Y yo, eterno, apartado, sonriente,
remitiéndote pactos inservibles,
alianzas de cera.

Todo estuvo de nuestra parte, pero
cual era nuestra parte, el punto
de coincidencia, el pacto
que pudo ser llamado sólo nuestro.

Una voz, en la calle, llama y otra
le responde. Dos manos se entrelazan.
Uno en otro, los labios se acomodan;
los cuerpos se acomodan. Abril, clásico,
se abate, emperador de los encuentros.
¿Esto era amor? La soledad no sabe
qué responder: persiste, tiembla, anhela
destruirse. Impaciente
se derrama en las manos ofrecidas.
Una voz en la calle....Cuánto olor,
cuánto escenario para nada. Miro
tus ojos. Yo miro los ojos tuyos;
tú, los míos: ¿esto se llama amor?

Permanecemos. Sí, permanecemos
no indiferentes, pero diferentes. Somos
tú y yo: los dos, desde la orilla
de la corriente, solos, desvalidos,
la piel alzada como un muro, solos
tú y yo, sin fuerza ya, sin esperanza.
Idénticos en todo,
sólo en amor distintos.
La tristeza, sedosa, nos envuelve
como una niebla: ése es el lazo único;
ésa la patria en que nos encontramos.
Por fin te identifico con mis huesos
en el candor de la desesperanza.
Aquí estamos nosotros: desvaídos
los dos, borrados, más difíciles,
a punto de no ser....¿Amor es esto?
¿Acaso amor es esta no existencia
de tanto ser? ¿Es este desvivirse
por vivir? Ya desangrado
de mí, ya inmóvil en ti, ya
alterado, el recuerdo se reanuda.
Se reanuda la inútil existencia....
Y alargaba la mano y te tocaba.

miércoles, 14 de febrero de 2007

Amor por el mar
















Mirándote, de frente

y con toda mi altivez,
te digo que te amo...

Amo tu cuerpo blanco

de finísima espuma,
que abre sus gigantescas alas

para tocar mi piel, que
como un fugaz y delicado amante,
no deja territorios concedidos,
ni inhabitados rincones para el sol.


Amo el sonido poderoso de tu voz
que salvaje y vibrante me despierta,
trayéndome murmullos

de coral y nácar
olores viejos de olvidados llantos,
de antiguas voces...

... de recuerdos gratos.

Amo tu estampa de cielo en movimiento,
perpetuidad solemne

donde los hombres viajan,
para llegar a puertos tan lejanos
a encontrar un destino

de ensoñados cuentos.

Y sobre todo este amor, amo
tu subterráneo mundo de silencio,
lugar de nereidas,

ámbito de ninfas,
donde retoman el aire las sirenas
y reposa impasible

el alma del poeta.

domingo, 11 de febrero de 2007

Eva Cassidy

Este es un humilde homenaje a esta fantástica cantante que murió un 2 de febrero de hace once años.
Sólo hay que escuchar: