sábado, 20 de enero de 2007

El mar IV (La Soledad)







El mar sin rumbo y sin amparo busca refugio silencioso en nuestra frente.
Y el movimiento de las olas infatigables se apacigua lentamente.
Sobre las aguas angustiosas una quietud espiritual dicta sus leyes.
La eternidad las tranquiliza con la virtud maravillosa de su aceite.
En las tinieblas infinitas un gran misterio abre las alas para siempre.
Y en el abismo solitario todas las formas del olvido están presentes.
En vez de voces hay silencio, y aterradora soledad en vez de seres.
Donde hubo pájaros hay viento, y obscuridad y obscuridad donde hubo peces.
Nuestro dolor y el de las aguas están unidos en la paz de las rompientes.
Sólo este mar que nos conoce puede medir la soledad de nuestra mente.


(Fragmento de Francisco Luis Bernárdez)

4 comentarios:

LLUVIA dijo...

Y qué he hecho yo qué no había leído ésto?

El mar a mí, me maravilla, me sobrecoge, me asombra, me enmudece, me relaja, me despierta, me traslada a otras dimensiones..

Hoy con la lectura de tus posts, me ha pasado algo parecido..

Gracias AGUA

BESOS MIL

BELMAR dijo...

entre el azul y blanco, y la evocación marina, me quedo navegando por tu blog, busc{andote y buscándome, re-encontrándome con lo femenino y con una hermana-amante de mis sueños...

saludos...!!!

Juan Lucas dijo...

Dime es ¿tu "isla solitaria"?

¿Es tu refugio? ¿Tu remanso de paz?

Juan Lucas.

Agua dijo...

Lluvia:
Que tu agua dulce toque este mar para hacer de él un jarabe divino.
Besos.

Belmar:
En esa hermandad justo ahí, siempre nos encontraremos.

Juan:
Este es el lugar donde me permito ser lo mística que necesito ser.
Un beso